Conozca a nuestros becarios de Comunidades prósperas
Empowering Leaders
Hannah Doty Rochford
En el corazón de la Conferencia Anual de Virginia de la Iglesia Metodista Unida, se puede encontrar a Hannah Doty Rochford sirviendo como líder juvenil dedicada. Recién graduada del Randolph-Macon College, se une a los Thriving Communities Fellows, impulsada por la creencia de que el liderazgo implica un compromiso activo y una escucha atenta, fomentando una asociación igualitaria entre la iglesia y la comunidad.
Reflexionando sobre su trayectoria como líder de jóvenes, Hannah habla en su conferencia sobre el centro comunitario Embrace. Dice que trabajar con el centro comunitario le ha ayudado a comprender cómo "la iglesia no puede existir fuera de la comunidad, [especialmente] para aquellos que no están conectados personalmente con la iglesia". Dice esto después de ser testigo de las formas en que las misiones pueden evolucionar más allá de centrarse en las cuatro paredes de la iglesia para satisfacer las necesidades de la comunidad. Al describir este viaje transformador, Hannah señala: "En lugar de estar aislada, se me ha invitado a ver cómo puedo ser líder de mi congregación y abogar por mi comunidad en general".
Con aspiraciones a ser ordenada como anciana en la UMC, el amor de Hannah por la comunión y su deseo de hacerla accesible a todos es el factor impulsor del trabajo que realiza. Para ella, la comunión es una expresión tangible del amor abnegado de Cristo. Trabajar con Ormond Center ha profundizado su comprensión del compromiso eficaz con la comunidad. A través del Laboratorio de Creación de Lugares, adquirió confianza para abordar cuestiones financieras y de asignación de recursos, habilidades que considera necesarias en el trabajo comunitario que está llevando a cabo.
Entusiasmada por las ricas experiencias que le esperan, comparte sus aspiraciones para su tiempo como Becaria de Comunidades Triunfantes, afirmando: "La TCF me da acceso a otro nivel de desarrollo de la iglesia y la comunidad como nadie más puede hacerlo. Todos los recursos están aquí para que pueda ser la mejor líder posible". Mientras mira hacia el futuro, Hannah ya ha forjado conexiones significativas con su cohorte, mostrando el poder de la comunidad en la conformación de su viaje de liderazgo.
Comunión y Fraternidad
Joseph Reigle
Joseph Riegle, natural de Binghamton, Nueva York, ha trazado un camino distintivo desde la planificación urbana y regional en la Universidad de Cornell y ahora entra en su tercer año como estudiante de Mdiv. Como miembro de la Iglesia Anglicana en Norteamérica (ACNA), Joseph reflexiona sobre su viaje y prevé el impacto de su vocación en congregaciones sanas y comunidades prósperas.
Al establecer paralelismos entre la planificación urbanística y el liderazgo pastoral, Joseph afirma: "El trabajo del líder no consiste en arreglar los problemas de la comunidad, sino en facilitar las condiciones para que la comunidad encuentre soluciones". Esta idea da forma a su enfoque del ministerio, haciendo hincapié en la capacitación por encima de la resolución de problemas, permitiendo a las congregaciones articular sus vocaciones únicas a través del bautismo.
Encuentra inspiración en las palabras de Máximo el Confesor: "el Verbo de Dios quiere que el misterio de su Encarnación se actualice siempre y en todas las cosas". Para él, este modo de vida divino, que se manifiesta en el amor abnegado al prójimo, coincide con la visión de la Fraternidad de Comunidades Triunfantes. Joseph ve la teología no como un campo de estudio aislado, sino como una articulación de cómo la vida de Jesús transforma la imaginación, fomentando un verdadero cuidado pastoral y shalom comunitario. A través de Duke Divinity, reconoce el papel único que desempeñan las comunidades religiosas en la renovación de la imaginación y la transformación de los deseos, contribuyendo al amor al prójimo.
La formación cristiana, tanto personal como comunitaria, es fundamental para Joseph. Su participación en la Casa de Estudios Episcopales Anglicanos de Duke, donde las oraciones diarias dan forma a su crecimiento espiritual, subraya la importancia de la oración como elemento esencial para servir a las comunidades locales.
El enfoque de Joseph para cultivar asociaciones intersectoriales se ejemplifica a través de su compromiso con DurhamCAN, donde las asociaciones intersectoriales empoderan a los ciudadanos para el cambio social. En el Placemaking Lab de Ormond Center, fue testigo de cómo las congregaciones reimaginan sus activos para promover el florecimiento de los barrios locales.
La Thriving Communities Fellowship ha proporcionado a Joseph una valiosa red de personas, pastores y expertos con ideas afines. Esta red, afirma, ha mejorado su capacidad para contribuir al florecimiento de las comunidades a través de la inspiración, el asesoramiento y la oración.
Al concebir su papel en la revitalización de la comunidad, Joseph subraya la importancia de responder a la presencia de Cristo en la comunidad local construyendo sistemas que promuevan el florecimiento de todos sus miembros.
Empowering Transformation
Yohan Alvarez
Originario de Medellín, Colombia, Yohan Álvarez aporta una rica formación en ciencias políticas a su viaje por la Duke Divinity School. Nacido en una familia católica romana, el viaje espiritual de Yohan dio un giro en su juventud cuando comenzó a participar en movimientos evangélicos arraigados en la tradición wesleyana, en última instancia, este viaje le ayudó a encontrar un hogar en la Iglesia Metodista Unida.
La visión de Yohan sobre el liderazgo transformador está profundamente arraigada en su experiencia como pastor de jóvenes en una iglesia. Trabajando con su joven equipo, fue pionero en la creación de una red de asociaciones juveniles confesionales y no confesionales con el objetivo de empoderar a los jóvenes, fomentar la concienciación social y alentar la incidencia política. Es en este trabajo donde Yohan dice que fue capaz de articular "una teología que reconocía la relevancia del compromiso social y cívico de la iglesia como parte de su vida misionera y evangelizadora".
Motivado por la compasión de Cristo, Yohan ve su vocación como una llamada divina a cuidar de los marginados y contribuir a "la dignificación de la vida humana", permitiendo a todos vivir los mensajes de amor y justicia demostrados en Cristo.
En su enfoque de la participación comunitaria, Yohan sitúa las asociaciones intersectoriales y los diálogos colaborativos en el centro de su trabajo. Basándose en su liderazgo en la Red de Jóvenes, hace hincapié en la necesidad de colaboración entre las diversas partes interesadas para lograr un cambio sostenible en la comunidad. Para él, este ethos coincide plenamente con la misión de Ormond Center.
Como becario de Thriving Communities, Yohan ha encontrado una plataforma que contribuye significativamente a su formación profesional y establece relaciones más allá de las diferencias confesionales e institucionales. Para él, este programa ha mejorado su capacidad de contribuir al florecimiento de la comunidad mediante la formación de líderes religiosos y eclesiásticos, fomentando el cambio sostenible a través de la imaginación teológica, la creatividad ministerial y las asociaciones eficaces.
Desarrollo de líderes culturalmente competentes
Jilian Palmer
Nativa de Carolina del Norte, Jilian Palmer emprendió un camino único, combinando la psicología con un máster en Salud Pública por la Universidad de Carolina del Sur. Su viaje la llevó a una iglesia no confesional en Carolina del Sur, donde se encontró inmersa en la intersección de la fe y la justicia social.
A pesar de trabajar en una iglesia no confesional, se identifica con orgullo como bautista negra nacional, haciendo hincapié en la importancia de permanecer arraigada en su origen cultural y religioso. En su búsqueda de un liderazgo transformador, la competencia cultural se convirtió en una piedra angular.
Cuando reflexiona sobre sus experiencias tanto en el ámbito académico como en el eclesiástico, afirma: "La competencia cultural es clave. Tener la capacidad de desarrollar un lenguaje que sea culturalmente sensible es crucial". Al recordar su participación en la formación sobre competencia cultural en una iglesia anterior, fue testigo de cambios transformadores en las comunidades, en los que el Espíritu Santo actuó como catalizador.
Aunque no está segura de cuál será el camino que seguirá en el futuro, Jilian prevé colaborar con las comunidades, ya sea a través de actividades académicas o del liderazgo ordenado. En Duke y dentro de la Thriving Community Fellowship, encontró una intersección única en la que convergían sus pasiones y su aprendizaje. Como becaria de la TCF, trabaja activamente con Ormond Center a través de la Academia de Enseñanza, Formación y Aprendizaje para desarrollar estudios bíblicos destinados a animar a las iglesias a pensar de forma crítica y ética sobre la justicia racial.
Sus aspiraciones van más allá del crecimiento personal; Jilian prevé aprovechar los conocimientos y la experiencia adquiridos con la TCF para aplicarlos de forma creativa en diversos espacios. Le mueve el deseo de formar líderes que, a su vez, empoderen a otros y extiendan su impacto a un mundo más amplio.
La filosofía de Jilian sobre el compromiso con la comunidad coincide con su enfoque más amplio del discipulado. "El compromiso con la comunidad no consiste en ir a una comunidad y salvar a la gente; es un proceso recíproco de aprendizaje", afirma. Reconociendo la reciprocidad del compromiso, Jilian subraya que no se trata de llenar un vacío, sino de fomentar el crecimiento colectivo.
A medida que Jilian Palmer recorre su camino, se encuentra en la encrucijada de la fe, la competencia cultural y el compromiso comunitario, demostrando el poder de combinar las convicciones personales con un compromiso de liderazgo transformador. Su historia es un testimonio del potencial de cambio positivo cuando la fe y la competencia cultural se cruzan en la búsqueda del bienestar comunitario.
Espacios seguros para la exploración fiel
Macie Nantze
Residente de Oklahoma de toda la vida, se embarcó en un viaje transformador de fe y liderazgo al unirse a la Thriving Communities Fellowship. Su pasión por la teología y el ministerio la llevó al programa de Maestría en Divinidad en Duke mientras imagina un liderazgo transformador dentro de la comunidad nazarena.
"El liderazgo transformador, para mí, empieza en el púlpito", señala Macie. "...fomentando un lugar de honestidad y comunidad dentro de la propia congregación". Este compromiso con la franqueza se hizo evidente cuando una feligresa se enfrentó a un grave diagnóstico de cáncer cerebral. Señala cómo la franca admisión por parte de su párroco de su enfado hacia Dios creó un espacio para conversaciones genuinas e incluso permitió a la congregación utilizar su edificio como apoyo. Reflexionando sobre sus propias tendencias, Macie admite: "Muchas de mis tendencias tienden a mantener las cosas cerradas. Estoy en una batalla constante contra el impulso de almacenar emociones y pensamientos".
Macie cuestiona el ritmo de los domingos por la mañana, abogando por un papel más activo de la congregación en la comunidad. "Ir a la iglesia los domingos no es una obligación; es una elección", afirma, haciendo hincapié en la responsabilidad más amplia de la iglesia de comprometerse con la comunidad.
Para Macie, la labor de la Iglesia va más allá de sus cuatro paredes. Hace dos años, su congregación acogió a 1.000 refugiados de Afganistán a través del Proyecto Spero, lo que pone de relieve el impacto tangible que se puede lograr cuando la fe se pone en acción.
Destaca la importancia de mantener conversaciones difíciles sobre las creencias, reconociendo las múltiples formas en que la iglesia puede comprometerse con los recursos de la comunidad. Macie cree en la sanación social y comunitaria, y afirma que el amor de Cristo desempeña un papel fundamental, independientemente de la participación de la iglesia. "La sanación social es inevitable, con o sin la iglesia. La cuestión es si queremos formar parte de ese proceso de sanación", desafía.
Macie cree que la Thriving Community Fellowship encaja perfectamente con su visión. "TCF me ayuda a ver dónde está activo el amor de Dios más allá de las cuatro paredes de la iglesia", expresa, haciendo hincapié en la importancia de las conversaciones sanas y seguras con personas que tienen perspectivas diferentes.